
Retales de colores no existiría sin Florencia, “Mi socia”.
Ella me ha enseñado a bordar, a coser a máquina, a hilvanar… También me ha enseñado que los seres de luz existen (ella es uno de ellos) y que, aunque en la vida hay que hacer continuos malabares y acrobacias, siempre merece la pena.
En la costura pude encontrar paz y calma en un momento de mi vida donde todo estaba del revés, reinaba un caos absoluto… Cada puntada, cada bolsa es un hilo de inspiración y creatividad que me ha permitido arrancar motores y colocarme de nuevo en la casilla de salida.